Arroz con leche
Arroz con leche, me quiero casar, con una señorita de San Nicolás... bien merece este postre tradicional una canción y sobre todo, una infantil. ¿Habrá infante en este mundo que se resista a la textura cremosa de este postre, al toque del limón, al gusto de la canela dando ese punto entre dulce y picante a un dulce casero exquisito? Puede ser que sí, que para gustos están los colores, como suele decirse. Cada quien dará un acento mayor o menor en el agrio limón, decidirá qué tan dulce lo prefiere, o bien, cuantas ramitas de canela habrá de añadir al cocimiento del arroz, y si usará leche entera o semidesnata, deslactosada (no lo recomiendo), leche fresca, pasteurizada, etc. El arroz ha de ser redondo y de buena calidad, aunque claro, quién querría dar un arroz "malo". Pues bien, vamos a ello.
Los ingredientes
Preparación: Algo que hace que el arroz con leche quede mejor, es meter en agua el arroz que vayas a emplear, y removerlo para que pierda parte del almidón que contiene, lo que hará que el arroz con leche nos quede más suelto y menos denso. En una cacerola lo bastante grande y profunda, ponemos a calentar la leche a fuego medio y se agrega el azúcar, las ramas de canela y la piel de limón. Remueve para que se disuelva bien el azúcar y espera a que la leche comience a hervir, momento en el que tienes que añadir el arroz ya escurrido y el trozo de mantequilla. Déjalo a fuego lento, lo más lento que puedas, hasta que el arroz esté bien hecho. No dejes de remover de vez en cuando para evitar que se pegue en el fondo del cazo. El arroz tardará unos 25-35 minutos más o menos en estar bien tierno. Pruébalo antes de sacarlo, y si el grano está tierno del todo, quítale la piel del limón y las ramas de canela y déjalo reposar un poco. Para acabar vértelo en la fuente donde lo vayas a servir, o bien en los recipientes individuales. Dejar enfriar a temperatura ambiente y cuando esté frío, espolvorea por encima canela en polvo para darle más vistosidad y también un toque de sabor interesante. Después es mejor conservarlo en el frigorífico hasta el momento de servirlo. Para evitar que se queme con el frío y se oscurezca la superficie, cubre el recipiente o las tarrinas, con un pañito de tela o bien, con un pedacito de papel alumnio. Disfrutar de este postre y más que nada, deleitar a los pequeños con el. |