Crema de queso Gruyere
Sofisticada, elegante, suave y a la vez intensa, con la textura tersa y cremosa, un delicioso premio para los adoradores del queso.
Esta sopa se disfruta en tardes lluviosas, de Verano o de Otoño, el poder paladearla con tranquilidad con el pretexto de la lluvia nos brinda el egoísta placer de consentir al sentido del olfato e inmediatamente después complacer al paladar sin remordimiento.
Los ingredientes:
La preparación
Freír el tomate, la cebolla y los ajos y molidos se agregan al caldo y cuando ha hervido, colarlo. Cocer las papas y prensarlas como para hacer un puré, y ya machacadas se añaden también al caldo hasta que hierva y adquiera una consistencia espesa sin grumos ni bolas. Antes de servir se baten las yemas de huevo en la olla. Al vaciarlo en cada plato pasar por una coladera y rayar el queso encima. También se puede agregar en cubitos para intensificar el sabor cuando el queso se reblandezca en el caldo caliente. Se puede decorar con perejil picado.
Me dirán que no es un comienzo de lujo.
¡Buen provecho!
Esta sopa se disfruta en tardes lluviosas, de Verano o de Otoño, el poder paladearla con tranquilidad con el pretexto de la lluvia nos brinda el egoísta placer de consentir al sentido del olfato e inmediatamente después complacer al paladar sin remordimiento.
Los ingredientes:
- 1 kg de Papa
- 3 lt de caldo de gallina
- 3 Yemas de huevo
- 1/2 kg de Tomate
- 1 cebolla chica
- 3 dientes de ajo
- 100 grs de Queso Gruyer o de bola
- Laurel y orégano
La preparación
Freír el tomate, la cebolla y los ajos y molidos se agregan al caldo y cuando ha hervido, colarlo. Cocer las papas y prensarlas como para hacer un puré, y ya machacadas se añaden también al caldo hasta que hierva y adquiera una consistencia espesa sin grumos ni bolas. Antes de servir se baten las yemas de huevo en la olla. Al vaciarlo en cada plato pasar por una coladera y rayar el queso encima. También se puede agregar en cubitos para intensificar el sabor cuando el queso se reblandezca en el caldo caliente. Se puede decorar con perejil picado.
Me dirán que no es un comienzo de lujo.
¡Buen provecho!