Salsa de Chile Verde
Esta salsa se puede hacer con diferentes chiles, con una sola variedad y con cilantro o sin él. El xalapeño es uno de esos chiles que realmente no alcanza a tener un nivel alto de picante, incluso, puede no picar y para el mexicano en general, esto le hace inapropiado para acompañar ciertos alimentos que tradicionalmente se espera que pongan a prueba nuestra tolerancia. Eso sí, el sabor del xalapeño es delicioso, nada amargo, de intenso sabor a yerba sin perder singularidad. Sin embargo, para una salsa de grandioso sabor pero que también es cierto que siempre va a picar y mucho, es el chile serrano. Su sabor es de verdad, exquisito. Bueno, es cierto, es una cuestión de gustos, pero a mí me gusta mucho más el serrano que el xalapeño. Si no tenéis mucha tolerancia al picante, usad el xalapeño desvenado y sin semillas, pero si soportáis bien el picor, usad el serrano que os va a gustar si no lo habéis probado ya.
Ingredientes
250 grs. de chiles serranos verdes 1 taza de aceite de oliva 1 diente de ajo pequeño sin el corazón (Opcional) Sal
Calienta en una sartén el aceite de oliva, pon los chiles a “sofreír” es decir que solo cambien su piel a un color blanco y se empiece a separar. Importante que no los quemes.Retíralos del aceite y deja que se enfríen. No tires el aceite.
Una vez fríos licua los chiles y el ajo agregando poco a poco el aceite que te quedo después de haber frito los chiles. Veras como poco a poco se torna de un color verde claro brillante y toma una consistencia cremosa. Agrega sal al gusto.
Acompaña tus tacos al pastor con esta salsa, ¡increíbles!
Ingredientes
250 grs. de chiles serranos verdes 1 taza de aceite de oliva 1 diente de ajo pequeño sin el corazón (Opcional) Sal
Calienta en una sartén el aceite de oliva, pon los chiles a “sofreír” es decir que solo cambien su piel a un color blanco y se empiece a separar. Importante que no los quemes.Retíralos del aceite y deja que se enfríen. No tires el aceite.
Una vez fríos licua los chiles y el ajo agregando poco a poco el aceite que te quedo después de haber frito los chiles. Veras como poco a poco se torna de un color verde claro brillante y toma una consistencia cremosa. Agrega sal al gusto.
Acompaña tus tacos al pastor con esta salsa, ¡increíbles!