Volteado de Fresas
Las fresas, como me las pongan. Pocas frutas me gustan tanto como ésta. En la infancia, por la mala reputación de los cultivos de fresa, lo cierto es que no podía comer fresas más que congeladas o cuando viajábamos al extranjero. Afortunadamente, los cultivadores de fresa modernizaron sus sistemas de cultivo y riego para tranquilidad de las familias y las delicias de todos.
Presente siempre en los dulces y postres preferidos de la infancia, la fresa se encuentra entre las frutas favoritas de todos los niños. Por su aspecto, textura y sabor tan particular, creo que no hay nadie que se resista a ella en cualquiera de sus presentaciones.
Esta vez traigo un postre muy fácil de hacer y preferido entre las mamás de Veracruz.
Aquí los ingredientes:
Y la preparación, aquí:
En un sartén o recipiente hondo se derrite la mantequilla a baño maría agregando el azúcar. Se retira del fuego y se añaden el jugo de fresas y la harina con el polvo de hornear. Mezclar todo con una espátula de madera hasta que la mezcla esté bien incorporada y cremosa. En un molde (de unos 6 cms de profundidad) apto para horno se colocan las fresas limpias y secas con la parte ancha hacia arriba. Con cuidado se vierte la mezcla anterior y se mete al horno a 250º C por 40 minutos. Cuando se saca del horno se voltea en un platón y se espolvorea con azúcar glass.
Presente siempre en los dulces y postres preferidos de la infancia, la fresa se encuentra entre las frutas favoritas de todos los niños. Por su aspecto, textura y sabor tan particular, creo que no hay nadie que se resista a ella en cualquiera de sus presentaciones.
Esta vez traigo un postre muy fácil de hacer y preferido entre las mamás de Veracruz.
Aquí los ingredientes:
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1/2 taza de azúcar
- 1/2 kg de fresas frescas
- 3 cucharadas de jugo de fresas
- 2 huevos
- 1/2 taza de harina
- 1 1/2 cucharadas de polvo de hornear
Y la preparación, aquí:
En un sartén o recipiente hondo se derrite la mantequilla a baño maría agregando el azúcar. Se retira del fuego y se añaden el jugo de fresas y la harina con el polvo de hornear. Mezclar todo con una espátula de madera hasta que la mezcla esté bien incorporada y cremosa. En un molde (de unos 6 cms de profundidad) apto para horno se colocan las fresas limpias y secas con la parte ancha hacia arriba. Con cuidado se vierte la mezcla anterior y se mete al horno a 250º C por 40 minutos. Cuando se saca del horno se voltea en un platón y se espolvorea con azúcar glass.