Los Tuxtlas belleza, cultura y ecología en un entorno paradisiaco
Cuando inicié la búsqueda de información sobre Los Tuxtlas, no me imaginé que resultaría tan complicado realizar una jerarquización y organización de toda la información relativa a esta zona del sur del Estado de Veracruz, sobre todo, imágenes, todas son impresionantes y maravillosas, pues además de tradición y cultura, gastronomía y la reserva de la biósfera, Los Tuxtlas ofrece un sinfín de estampas y tomas para profesionales y aficionados de la fotografía. Espero que con este artículo os sintáis irresistiblemente atraídos por las playas y paisajes, por la gastronomía y por los grandes atractivos de la región más exótica del sur veracruzano.
HISTORIA
En las investigaciones arqueológicas se ha encontrado que los restos más antiguos corresponden a la cultura Olmeca, siendo Tres Zapotes el establecimiento olmeca más importante dentro del actual Estado de Veracruz pero que data del período preclásico medio.
Más tarde, el norte de los Tuxtlas fue dominado por los mexicas desde el reinado de Moctezuma I y formaba parte de la provincia Tochtepec. El principal tributo era el Cacao, pero el hule, las plumas de ave, los minerales plata y oro, y piedras semipreciosas como el jade y la turquesa también formaban parte del tributo que el imperio azteca cobraba a las poblaciones asentadas en los Tuxtlas.
Sitios arqueológicos en los Tuxtlas
San Lorenzo
Considerada la más antigua y primera metrópoli de la civilización Olmeca en el México prehispánico. Se calcula que la antigüedad de este recinto data del año 1150 a.c. Situada en la Cuenca del río Coatzacoalcos, la ciudad albergaba a más de tres mil habitantes y fue un importante centro religioso, político y tecnológico. El inicio del florecimiento de la cultura Olmeca en esta zona se registra en el siglo XI a.c. De la misma antigüedad son 10 de las son 10 de las 17 cabezas colosales que se conocen hasta nuestros días.
San Lorenzo fue saqueado en el año 900 a. C., y las esculturas monumentales sufrieron un intento de destrucción; algunas se enterraron, y otras fueron trasladadas al centro ceremonial La Venta.
Tres Zapotes
En un extremo temporal se encuentra la zona arqueológica Tres Zapotes, el último en desarrollarse, y no obstante, el más conocido por haber sido el que sobreviviera hasta una época más cercana. La civilización olmeca que se desarrolló en Tres Zapotes ya se hallaba en decadencia, sin el brillo que viviera en los centros ceremoniales anteriores.
Estos centros ceremoniales tenían función de ciudades, y en ellos se construyeron edificaciones de tierra y adobe, por lo cual han perdurado pocos restos. Se construyeron montículos con templos en la parte superior, lo que se podía considerar como un precursor de las pirámides mesoamericanas. También construyeron edificaciones en torno a patios centrales, característicos de las civilizaciones posteriores en la zona. Desde el 900 a. C. existen pruebas de bruscos cambios políticos; como muestra, el intento de destrucción de algunas de las cabezas olmecas.
En lo que toca a los inicios de esta civilización, se conocen dos versiones. Para Michael D. Coe, los orígenes se ubican en la Costa del Golfo de México, mientras que para la escuela francesa, promovida por Christine Niedberger y Caterina Magni, la cultura Olmeca se presenta comoun conjunto multiétnico y plurilingüistico que se extiende sobre la mayor parte de la superficie de Mesoamérica desde el s. XII al V a.C.
La presencia olmeca se certifica en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano central), principalmente en la zona costera del Golfo de México entre los ríos Papaloapan y Grijalva, pero también en lugares como Chalcatzingo (Morelos), Teopantecuanitlán (Guerrero).
En las investigaciones arqueológicas se ha encontrado que los restos más antiguos corresponden a la cultura Olmeca, siendo Tres Zapotes el establecimiento olmeca más importante dentro del actual Estado de Veracruz pero que data del período preclásico medio.
Más tarde, el norte de los Tuxtlas fue dominado por los mexicas desde el reinado de Moctezuma I y formaba parte de la provincia Tochtepec. El principal tributo era el Cacao, pero el hule, las plumas de ave, los minerales plata y oro, y piedras semipreciosas como el jade y la turquesa también formaban parte del tributo que el imperio azteca cobraba a las poblaciones asentadas en los Tuxtlas.
Sitios arqueológicos en los Tuxtlas
San Lorenzo
Considerada la más antigua y primera metrópoli de la civilización Olmeca en el México prehispánico. Se calcula que la antigüedad de este recinto data del año 1150 a.c. Situada en la Cuenca del río Coatzacoalcos, la ciudad albergaba a más de tres mil habitantes y fue un importante centro religioso, político y tecnológico. El inicio del florecimiento de la cultura Olmeca en esta zona se registra en el siglo XI a.c. De la misma antigüedad son 10 de las son 10 de las 17 cabezas colosales que se conocen hasta nuestros días.
San Lorenzo fue saqueado en el año 900 a. C., y las esculturas monumentales sufrieron un intento de destrucción; algunas se enterraron, y otras fueron trasladadas al centro ceremonial La Venta.
Tres Zapotes
En un extremo temporal se encuentra la zona arqueológica Tres Zapotes, el último en desarrollarse, y no obstante, el más conocido por haber sido el que sobreviviera hasta una época más cercana. La civilización olmeca que se desarrolló en Tres Zapotes ya se hallaba en decadencia, sin el brillo que viviera en los centros ceremoniales anteriores.
Estos centros ceremoniales tenían función de ciudades, y en ellos se construyeron edificaciones de tierra y adobe, por lo cual han perdurado pocos restos. Se construyeron montículos con templos en la parte superior, lo que se podía considerar como un precursor de las pirámides mesoamericanas. También construyeron edificaciones en torno a patios centrales, característicos de las civilizaciones posteriores en la zona. Desde el 900 a. C. existen pruebas de bruscos cambios políticos; como muestra, el intento de destrucción de algunas de las cabezas olmecas.
En lo que toca a los inicios de esta civilización, se conocen dos versiones. Para Michael D. Coe, los orígenes se ubican en la Costa del Golfo de México, mientras que para la escuela francesa, promovida por Christine Niedberger y Caterina Magni, la cultura Olmeca se presenta comoun conjunto multiétnico y plurilingüistico que se extiende sobre la mayor parte de la superficie de Mesoamérica desde el s. XII al V a.C.
La presencia olmeca se certifica en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano central), principalmente en la zona costera del Golfo de México entre los ríos Papaloapan y Grijalva, pero también en lugares como Chalcatzingo (Morelos), Teopantecuanitlán (Guerrero).
Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas
Resulta sumamente complicado hablar de los Tuxtlas sin dedicar a la Reserva de la Biósfera un importante espacio y darle el protagonismo que muy bien amerita.
¿Qué es una Reserva de la Biosfera
En 1971 la Unesco empezó el Programa sobre el Hombre y la Biosfera (Man and biosphere en su denominación inglesa y comúnmente abreviado por su acrónimo MaB), que tenía como objetivo conciliar la mentalidad y el uso de los recursos naturales, esbozando el concepto actual de desarrollo sostenible. Como parte de ese proyecto se seleccionarían lugares geográficos representativos de los diferentes hábitats del planeta, abarcando tanto ecosistemas terrestres como marítimos. Estos lugares o áreas se conocen como reservas de la biosfera.
Estas reservas de la biosfera están reconocidas internacionalmente, aunque permanecen bajo la soberanía de sus respectivos países, y no están cubiertas ni protegidas por ningún tratado internacional. Se seleccionan por su interés científico, basándose en una serie de criterios que determinan si un espacio se incluye en el programa.
La función de estos espacios es además de la conservación y protección de la biodiversidad, también el desarrollo económico y humano de estas zonas, la investigación, la educación y el intercambio de información entre las diferentes reservas, que forman una red mundial.
A fecha de 2014, se habían registrado 631 Reservas de la Biosfera en 119 países diferentes. A continuación se muestra la distribución de estos espacios en el mundo a fecha de 2011.
Ubicada al sur de la entidad veracruzana, Los Tuxtlas es una zona de una riqueza natural abrumadora y mágica. Convertida en Reserva de la Biósfera, se conserva y resguarda con celo la biodiversidad de la flora y la fauna, así como el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
Si deseáis profundizar un poco más sobre el tema de la Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas, os invito a visitar la página La otra opción en la que encontraréis muchísima información muy bien explicada sobre este programa mundial de preservación y protección de la naturaleza.
Resulta sumamente complicado hablar de los Tuxtlas sin dedicar a la Reserva de la Biósfera un importante espacio y darle el protagonismo que muy bien amerita.
¿Qué es una Reserva de la Biosfera
En 1971 la Unesco empezó el Programa sobre el Hombre y la Biosfera (Man and biosphere en su denominación inglesa y comúnmente abreviado por su acrónimo MaB), que tenía como objetivo conciliar la mentalidad y el uso de los recursos naturales, esbozando el concepto actual de desarrollo sostenible. Como parte de ese proyecto se seleccionarían lugares geográficos representativos de los diferentes hábitats del planeta, abarcando tanto ecosistemas terrestres como marítimos. Estos lugares o áreas se conocen como reservas de la biosfera.
Estas reservas de la biosfera están reconocidas internacionalmente, aunque permanecen bajo la soberanía de sus respectivos países, y no están cubiertas ni protegidas por ningún tratado internacional. Se seleccionan por su interés científico, basándose en una serie de criterios que determinan si un espacio se incluye en el programa.
La función de estos espacios es además de la conservación y protección de la biodiversidad, también el desarrollo económico y humano de estas zonas, la investigación, la educación y el intercambio de información entre las diferentes reservas, que forman una red mundial.
A fecha de 2014, se habían registrado 631 Reservas de la Biosfera en 119 países diferentes. A continuación se muestra la distribución de estos espacios en el mundo a fecha de 2011.
Ubicada al sur de la entidad veracruzana, Los Tuxtlas es una zona de una riqueza natural abrumadora y mágica. Convertida en Reserva de la Biósfera, se conserva y resguarda con celo la biodiversidad de la flora y la fauna, así como el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
Si deseáis profundizar un poco más sobre el tema de la Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas, os invito a visitar la página La otra opción en la que encontraréis muchísima información muy bien explicada sobre este programa mundial de preservación y protección de la naturaleza.
CATEMACO
Con gran gusto manifiesto haber visitado en varias ocasiones, este hermoso lugar considerado por la Secretaría de Turismo de México, como un pueblo mágico, y huelga decir que dicho nombramiento es como menos, muy merecido. En este sentido, hablar de Catemaco, es hablar del misticismo y la magia de un escenario natural que resulta inolvidable para quien lo visita. Su entorno de naturaleza viva, habla de su vegetación exuberante y sus plantas medicinales, de su reputación como sede de chamanes y misteriosos seres llamados brujos, del encuentro del bien y el mal, de lo sacro y lo profano. Catemaco es pues, el recipiente donde se mezclan creencias, costumbres y tradiciones.
Además de su gran colorido, Catemaco posee un arte muy relevante legado del pasado indígena de México. El naturalista alemán Barón de Humbolt bautizó a Catemaco como “La Suiza Veracruzana”, seducido por la belleza del lago costeado por hermosas cascadas y verdes montañas.
La pequeña y encantadora ciudad de Catemaco se asienta a orillas de este magnífico lago con el mismo nombre y brinda a quien la visita, paseos en lancha para ver con propios ojos el éxito de aquel experimento naturista de adaptación de monos macacos llevados a los islotes de Tanaxpillo a mediados de los años 70’s. Estos simios llegaron de Puerto Rico sin saber nadar, actualmente cruzan de isla a isla a nado sin problema. También, en lancha podréis alcanzar la isla de Nanciyaga, donde podréis haceros una limpia de piel con un lodo hecho con tierra volcánica y agua de manantial.
El centro de la ciudad es como un remanso donde el tiempo parece no tener prisa por abandonar. Ofrece a propios y extraños un espontáneo y cálido recibimiento por parte de sus habitantes.
A Catemaco, como podréis comprobar, hay que “patearlo”, recorrerlo a pie, refrescarse con sus nieves de limón o sus raspados, saborear sus platillos típicos, como los tegogolos o bien, una Tenhuayaca, preparada en Tachogobi una salsa de tomate verde, chile chilpaya y ajo, hecha a las brasas y sazonada con manteca.
Las calles de Catemaco no son sólo escenario de la confección de calzado, también se ofrecen como escaparates, donde los sabores, lo mismo que en su fauna salvaje, se hacen partícipes de repente, a manera de un agradable sobresalto; que deja al hambriento viajero literalmente con la boca hecha agua, tal como sucede en sus paisajes, donde este recurso abundante nunca falta y que sirve como fuente principal de suculentos ingredientes, en donde la variedad de su ecosistema palustre y la mano catemaqueña, han creado suculentas viandas que lo mismo calman el hambre, que regocijan el alma.
Con gran gusto manifiesto haber visitado en varias ocasiones, este hermoso lugar considerado por la Secretaría de Turismo de México, como un pueblo mágico, y huelga decir que dicho nombramiento es como menos, muy merecido. En este sentido, hablar de Catemaco, es hablar del misticismo y la magia de un escenario natural que resulta inolvidable para quien lo visita. Su entorno de naturaleza viva, habla de su vegetación exuberante y sus plantas medicinales, de su reputación como sede de chamanes y misteriosos seres llamados brujos, del encuentro del bien y el mal, de lo sacro y lo profano. Catemaco es pues, el recipiente donde se mezclan creencias, costumbres y tradiciones.
Además de su gran colorido, Catemaco posee un arte muy relevante legado del pasado indígena de México. El naturalista alemán Barón de Humbolt bautizó a Catemaco como “La Suiza Veracruzana”, seducido por la belleza del lago costeado por hermosas cascadas y verdes montañas.
La pequeña y encantadora ciudad de Catemaco se asienta a orillas de este magnífico lago con el mismo nombre y brinda a quien la visita, paseos en lancha para ver con propios ojos el éxito de aquel experimento naturista de adaptación de monos macacos llevados a los islotes de Tanaxpillo a mediados de los años 70’s. Estos simios llegaron de Puerto Rico sin saber nadar, actualmente cruzan de isla a isla a nado sin problema. También, en lancha podréis alcanzar la isla de Nanciyaga, donde podréis haceros una limpia de piel con un lodo hecho con tierra volcánica y agua de manantial.
El centro de la ciudad es como un remanso donde el tiempo parece no tener prisa por abandonar. Ofrece a propios y extraños un espontáneo y cálido recibimiento por parte de sus habitantes.
A Catemaco, como podréis comprobar, hay que “patearlo”, recorrerlo a pie, refrescarse con sus nieves de limón o sus raspados, saborear sus platillos típicos, como los tegogolos o bien, una Tenhuayaca, preparada en Tachogobi una salsa de tomate verde, chile chilpaya y ajo, hecha a las brasas y sazonada con manteca.
Las calles de Catemaco no son sólo escenario de la confección de calzado, también se ofrecen como escaparates, donde los sabores, lo mismo que en su fauna salvaje, se hacen partícipes de repente, a manera de un agradable sobresalto; que deja al hambriento viajero literalmente con la boca hecha agua, tal como sucede en sus paisajes, donde este recurso abundante nunca falta y que sirve como fuente principal de suculentos ingredientes, en donde la variedad de su ecosistema palustre y la mano catemaqueña, han creado suculentas viandas que lo mismo calman el hambre, que regocijan el alma.
NANCIYAGA
El Parque Ecológico Educativo Nanciyaga ofrece a los visitantes una gran variedad de actividades.
Sin duda una de las más atractivas es el temazcal, por encontrarse en medio de la selva y estar cobijado por la espesura de la vegetación. Está construído al estilo prehispánico.
Pasando este punto, hay un puente colgante que pasa por sobre las aguas de manantial de donde se extrae el lodo para las masacarillas, que se aplican en otro punto del parque llamado Cemeli.
Al finalizar, podrás beber, en curiosos recipientes hechos con hojas de árbol, el agua pura que emana del manantial.
En el restaurante se sirven platillos típicos de la cocina veracruzana.
Para aquellos que quieren una limpieza profunda y no se conforman con el exterior, hay chamanes que practican limpias personales o en grupo. Al final te entregan un amuleto protector.
Concluye tu visita con un paseo por la Laguna de Catemaco.
Y si de plano te enamoraste de este lugar, te alegrará saber que hay acogedoras cabañas para 4 y 2 personas.
El Parque Ecológico Educativo Nanciyaga ofrece a los visitantes una gran variedad de actividades.
Sin duda una de las más atractivas es el temazcal, por encontrarse en medio de la selva y estar cobijado por la espesura de la vegetación. Está construído al estilo prehispánico.
Pasando este punto, hay un puente colgante que pasa por sobre las aguas de manantial de donde se extrae el lodo para las masacarillas, que se aplican en otro punto del parque llamado Cemeli.
Al finalizar, podrás beber, en curiosos recipientes hechos con hojas de árbol, el agua pura que emana del manantial.
En el restaurante se sirven platillos típicos de la cocina veracruzana.
Para aquellos que quieren una limpieza profunda y no se conforman con el exterior, hay chamanes que practican limpias personales o en grupo. Al final te entregan un amuleto protector.
Concluye tu visita con un paseo por la Laguna de Catemaco.
Y si de plano te enamoraste de este lugar, te alegrará saber que hay acogedoras cabañas para 4 y 2 personas.
Gracias a las cortas distancias, podéis hacer noche en Catemaco, San Andrés o Santiago Tuxtla, para poder recorrer y adentrarse en los diferentes lugar y aprovechar las actividades que la administración de Turismo tiene organizadas para los visitantes.
Varios establecimientos hoteleros ofrecen paquetes y planes de ecoturismo y turismo de aventura.
Hay de todos los precios, y dependiendo de vuestro presupuesto y lo que vayáis buscando, encontraréis el alojamiento idoneo.
Algunos de éstos son:
Hotel Playa Cristal
Hotel Gaia Paraíso
Red de Ecoturismo Rect
Poza Reyna Eco Reserva
En cualquier caso, podréis visitar la página de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado de Veracruz y solicitar la información que necesitéis.
Animaros, os aseguro que Los Tuxtlas, independientemente de lo que busquéis, no os decepcionará.
¡Buen Viaje!
Varios establecimientos hoteleros ofrecen paquetes y planes de ecoturismo y turismo de aventura.
Hay de todos los precios, y dependiendo de vuestro presupuesto y lo que vayáis buscando, encontraréis el alojamiento idoneo.
Algunos de éstos son:
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En cualquier caso, podréis visitar la página de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado de Veracruz y solicitar la información que necesitéis.
Animaros, os aseguro que Los Tuxtlas, independientemente de lo que busquéis, no os decepcionará.
¡Buen Viaje!