Don Francisco Galí.
En la cultura de todo pueblo, siempre se quedan por el camino nombres y figuras que muchos consideran tenían que haber trascendido.
Buenas personas, intervenciones oportunas, héroes anónimos, artistas sin suerte pero con talento, todos ellos olvidados por la historia, abandonados por los libros y registros, sus obras cayeron en el anonimato.
Uno de estos olvidados por la historia fue Don Francisco Galí.
Buenas personas, intervenciones oportunas, héroes anónimos, artistas sin suerte pero con talento, todos ellos olvidados por la historia, abandonados por los libros y registros, sus obras cayeron en el anonimato.
Uno de estos olvidados por la historia fue Don Francisco Galí.
Con la encomienda que le diera Don Pedro Moya de Contreras Arzobispo de México y Virrey de la Nueva España, de encontrar un puerto que sirviera de apostadero a los barcos que llegaban desde Manila y que se dirigían al Perú, Francisco Galí emprende un viaje que llevaba también la misión de comprobar si el continente americano estaba unido a Asia por la costa. Gali, llega hasta el Japón en su relato sobre sus viajes cree en la existencia de un estrecho. Exploró algunas de las islas del archipiélago de Hawái, la costa de Baja California y la bahía de San Francisco.
Francisco Galí llegó a la Nueva España y se arraigó en Tlacotalpan, población de la que hizo el trazado. Con todo detalle relató el viaje realizado en el galeón de Manila hacia Macao de donde partió hacia Acapulco en 1584 por el noreste, haciendo descripciones pormenorizadas de las corrientes que se encontraba y la distancia entre ellas, llegando hasta la costa de California en donde tocó tierra en la bahía de Sta Cruz. Al arribar a Acapulco en enero de 1585 presentó su memorial al Virrey Pedro Moya de Contreras, quien le encargo la búsqueda del estrecho de Anían y de un puerto para el resguardo de los galeones de Manila. En marzo volvió a la capital Filipina para organizar un viaje de regreso, pero antes de terminar los preparativos la muerte lo sorprendió en enero de 1586.
El manuscrito fue remitido al Virrey, pero por causas desconocidas , llegó a manos del holandés Jan H. Van Linschoten, quien lo publicó en su idioma como Derrota de las Indias ( Amsterdan, 1596, 1614,1626 ) se publicaron también traducciones al inglés ( Londres 1598) al Alemán en el mismo año, al Latín ( la Haya, 1599) y al francés (Amsterdan, 1610, 1619 y 1638) Linschoten se hizo famoso por allegarse de documentos secretos con información náutica recopilada por navegantes españoles y portugueses.
El destino del manuscrito Galí es uno más de los misterios que se suman a las historias que envuelven a los manuscritos e impresos novohispanos del siglo XVI.
Hasta la fecha se desconoce el destino del manuscrito original realizado por éste destacado navegante , cartógrafo y urbanista.
Francisco Galí llegó a la Nueva España y se arraigó en Tlacotalpan, población de la que hizo el trazado. Con todo detalle relató el viaje realizado en el galeón de Manila hacia Macao de donde partió hacia Acapulco en 1584 por el noreste, haciendo descripciones pormenorizadas de las corrientes que se encontraba y la distancia entre ellas, llegando hasta la costa de California en donde tocó tierra en la bahía de Sta Cruz. Al arribar a Acapulco en enero de 1585 presentó su memorial al Virrey Pedro Moya de Contreras, quien le encargo la búsqueda del estrecho de Anían y de un puerto para el resguardo de los galeones de Manila. En marzo volvió a la capital Filipina para organizar un viaje de regreso, pero antes de terminar los preparativos la muerte lo sorprendió en enero de 1586.
El manuscrito fue remitido al Virrey, pero por causas desconocidas , llegó a manos del holandés Jan H. Van Linschoten, quien lo publicó en su idioma como Derrota de las Indias ( Amsterdan, 1596, 1614,1626 ) se publicaron también traducciones al inglés ( Londres 1598) al Alemán en el mismo año, al Latín ( la Haya, 1599) y al francés (Amsterdan, 1610, 1619 y 1638) Linschoten se hizo famoso por allegarse de documentos secretos con información náutica recopilada por navegantes españoles y portugueses.
El destino del manuscrito Galí es uno más de los misterios que se suman a las historias que envuelven a los manuscritos e impresos novohispanos del siglo XVI.
Hasta la fecha se desconoce el destino del manuscrito original realizado por éste destacado navegante , cartógrafo y urbanista.