Chilaquiles Rojos.
Se dice "por ahí" que el visitante que pasa por México y no ha probado unos chilaquiles, rojos o verdes, no puede decir que ha estado en México. También se dice que una boda o graduación que no termina en una "post fiesta" con un plato de chilaquiles, no es digna de recordarse. ¿Tan importante es este platillo en la vasta carta de recetas como para otorgarle el grado de ¿platillo bandera"? Pues no lo sé, es una cuestión de gustos, como en todo, supongo, pero es muy difícil encontrar a una persona que afirme que no le gustan los chilaquiles de ningún tipo si los ha probado alguna vez y preparados con cuidado y esmero. Hay muchos establecimientos a lo largo y ancho del territorio mexicano donde se pueden disfrutar unos deliciosos chilaquiles (con la salsa que prefiráis) y entender por qué se pondera tanto este plato.
He incluido los Chilaquiles entre los antojitos veracruzanos, pero lo cierto es que es un plato que se prepara en todos los comedores tradicionales de México.
Lo bueno de esto es que no son difíciles de preparar y además se le puede añadir tanto picante como se tolere y por otra parte, darle el sabor que se prefiera según el tipo de chile que se usa.
Estos son los ingredientes que sugiero:
Preparación:
Empezando por la tortilla.
Corta las tortillas en triángulos grandes o tiras y pásalas por el aceite muy caliente hasta que están casi doradas (no deben quedar tostadas porque aunque los chilaquiles son firmes, no deben estar crujientes). Reserva.
Para la salsa:
vamos a poner a hervir el medio litro de agua junto con los tomates, esto durante unos 30 segundos con el objetivo de poder quitarles la piel más fácil, retiramos los tomates, les quitamos la piel y los volvemos a poner a hervir junto con los chiles serranos, ya hervidos vamos a licuar los chiles, los tomates, la cebolla, los 3 dientes de ajo, sal y pimienta al gusto junto con el agua en que hirvieron los tomates, esta mezcla licuada será nuestra salsa que después vamos a sazonar en un sartén con un poco de aceite de maíz a fuego lento para que sazonen todos los ingredientes, agregamos el manojo de epazote y si hace falta sal agregamos un poco de caldo de pollo en polvo, dejamos a fuego lento. cuando la salsa roja empiece a hervir le vamos a agregar los pedazos de tortillas fritas. Los chilaquiles rojos se sirven en un plato grande con bastante salsa caliente, cebolla picada finamente encima. Si a un costado ponéis una ración de frijoles negros refritos y también unas rebanadas de aguacate, será una comida que originará muchos elogios y satisfará a todos.
¡Buen provecho!
* Si preferís usar el chile chipotle, sustituir el procedimiento de la salsa incluyendo el serrano preparándolo con chipotle que recomiendo que se prepare aparte. Primero poner a fuego directo para que se dore un poquito y enseguida, en un recipiente apto para poner al fuego (o en vitrocerámica/placa de inducción) poner 1/4 lt de agua y unas cuatro cucharadas de vinagre blanco de caña. Cuando empieza a ebullir, sacar y meter en la licuadora (batidora) junto con el ajo y el tomate. El resto del procedimiento es el que describo en la receta.
*También podéis comprar una lata de chiles chipotles adobados La costeña y mezclarlos con el tomate y el ajo.
He incluido los Chilaquiles entre los antojitos veracruzanos, pero lo cierto es que es un plato que se prepara en todos los comedores tradicionales de México.
Lo bueno de esto es que no son difíciles de preparar y además se le puede añadir tanto picante como se tolere y por otra parte, darle el sabor que se prefiera según el tipo de chile que se usa.
Estos son los ingredientes que sugiero:
- Tortilla de maíz - 1 kg.
- Tomate - 5 pzas.
- Cebolla - 1/2 pza.
- Cilantro - un manojo (ya que sustituye al epazote, que es una yerba de sabor y aroma más fuerte, mejor usar una cantidad adecuada de cilantro. En los supermercados suele venderse en bolsitas o paquetes de un manojo de aproximadamente 100 grs, usarlo todo)
- Ajo - 1 diente
- Queso de mesa - 150 gr.
- Crema o nata - 4 cdas.
- Chile chipotle* - O chile serrano, en las tiendas se puede encontrar la salsa roja herdez, pero si sois aficionados al picante, darse un paseo por una verdulería de latinos y pedir unos 50 grs de chile serrano, piquín, de árbol o similar). Para sustituir el chipotle se puede conseguir chile guajillo o chile ancho.
- Aceite - cantidad suficiente
- Sal - cantidad suficiente
Preparación:
Empezando por la tortilla.
Corta las tortillas en triángulos grandes o tiras y pásalas por el aceite muy caliente hasta que están casi doradas (no deben quedar tostadas porque aunque los chilaquiles son firmes, no deben estar crujientes). Reserva.
Para la salsa:
vamos a poner a hervir el medio litro de agua junto con los tomates, esto durante unos 30 segundos con el objetivo de poder quitarles la piel más fácil, retiramos los tomates, les quitamos la piel y los volvemos a poner a hervir junto con los chiles serranos, ya hervidos vamos a licuar los chiles, los tomates, la cebolla, los 3 dientes de ajo, sal y pimienta al gusto junto con el agua en que hirvieron los tomates, esta mezcla licuada será nuestra salsa que después vamos a sazonar en un sartén con un poco de aceite de maíz a fuego lento para que sazonen todos los ingredientes, agregamos el manojo de epazote y si hace falta sal agregamos un poco de caldo de pollo en polvo, dejamos a fuego lento. cuando la salsa roja empiece a hervir le vamos a agregar los pedazos de tortillas fritas. Los chilaquiles rojos se sirven en un plato grande con bastante salsa caliente, cebolla picada finamente encima. Si a un costado ponéis una ración de frijoles negros refritos y también unas rebanadas de aguacate, será una comida que originará muchos elogios y satisfará a todos.
¡Buen provecho!
* Si preferís usar el chile chipotle, sustituir el procedimiento de la salsa incluyendo el serrano preparándolo con chipotle que recomiendo que se prepare aparte. Primero poner a fuego directo para que se dore un poquito y enseguida, en un recipiente apto para poner al fuego (o en vitrocerámica/placa de inducción) poner 1/4 lt de agua y unas cuatro cucharadas de vinagre blanco de caña. Cuando empieza a ebullir, sacar y meter en la licuadora (batidora) junto con el ajo y el tomate. El resto del procedimiento es el que describo en la receta.
*También podéis comprar una lata de chiles chipotles adobados La costeña y mezclarlos con el tomate y el ajo.
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