Chelada & Michelada
Imaginaros de vacaciones, en un paradisíaco rinconcito de la Costa Esmeralda, a la sombra de una palapa de palma, cómodamente reclinado en una tumbona, contemplando las tranquilas olas ir y venir mojando la arena dorada de la playa, recibiendo desde arriba los cálidos rayos del sol y desde el mar, una suave brisa que os envuelve e intensifica el placer de saber que no hay absolutamente nada mejor que hacer que no hacer nada. A un costado, una mesita donde descansa una jarra cubierta de perladas gotas frías y dentro, una exquisita, picante y refrescante michelada....mejor que eso, vosotros diréis qué puede ser.
En la costa norte del estado la temperatura oscila entre los 30 y los 35º C en los días de calor más intenso. Para contrarrestar esas temperaturas, una bebida muy mexicana que se disfruta infinitamente mejor en la buena compañía y en el completo relax de un merecido descanso.
Lo mejor de todo es que no necesitáis estar en un hotel o en un chiringuito playero para disfrutar de esta bebida a base de cerveza, limón y salsas, es muy fácil de preparar y lo mejor de todo es que se puede hacer en cualquier lugar, solo tienes que parar por una tienda y completar los ingredientes. Para este verano que no falten...
Los ingredientes:
Lo primero es humedecer la boca de la jarra frotando el limón por todo el borde y voltear y restregar sobre la sal extendida en un plato. Una sugerencia para los aficionados a los picantes: si tenéis chile piquín en polvo a la mano, en el mismo plato donde pondréis la sal, poned una cucharadita de chile en polvo y revolver. Así, tendréis la boca de la jarra escarchada con sal y chile, que cuando le deis el primer trago a vuestra michelada, sabréis lo que es bueno. Ahora toca el turno de poner el jugo de limón, dos cucharadas de salsa inglesa, media cucharadita de jugo maggi, tabasco al gusto y para terminar, vaciamos despacio la botella de cerveza de vuestra preferencia disfrutando como el chorro dorado se mezcla y revuelve las salsas. Dejad que suba un poquito la espuma sin que se derrame pero que se mezcle un poco con la escarcha del filo de la jarra. ¡Y ya está!
En el caso de la chelada, es la más apropiada para personas que no toleran los sabores muy fuertes.
Se escarcha el vasco solo con sal, se puede añadir uno o dos cubitos de hielo, el jugo de limón y una cerveza clara muy fría - si está bien fría, el hielo está de más - y ya tenemos una refrescante y deliciosa chelada.
¡Salud!
En la costa norte del estado la temperatura oscila entre los 30 y los 35º C en los días de calor más intenso. Para contrarrestar esas temperaturas, una bebida muy mexicana que se disfruta infinitamente mejor en la buena compañía y en el completo relax de un merecido descanso.
Lo mejor de todo es que no necesitáis estar en un hotel o en un chiringuito playero para disfrutar de esta bebida a base de cerveza, limón y salsas, es muy fácil de preparar y lo mejor de todo es que se puede hacer en cualquier lugar, solo tienes que parar por una tienda y completar los ingredientes. Para este verano que no falten...
Los ingredientes:
- Cerveza, la que más os guste, aunque se lleva mejor con una de las claras o como mucho, de las combinadas (clara/oscura), y lo que es esencial, es que esté MUY FRÍA.
- Jugo de 1 limón (lima en España)
- Salsa Inglesa
- Salsa o jugo maggi o de Soja
- Sal (para escarchar)
- Salsa tabasco
- Hielo (opcional, solo si la cerveza no está bastante fría)
- Jarra cervecera previamente guardada un par de horas en el congelador.
Lo primero es humedecer la boca de la jarra frotando el limón por todo el borde y voltear y restregar sobre la sal extendida en un plato. Una sugerencia para los aficionados a los picantes: si tenéis chile piquín en polvo a la mano, en el mismo plato donde pondréis la sal, poned una cucharadita de chile en polvo y revolver. Así, tendréis la boca de la jarra escarchada con sal y chile, que cuando le deis el primer trago a vuestra michelada, sabréis lo que es bueno. Ahora toca el turno de poner el jugo de limón, dos cucharadas de salsa inglesa, media cucharadita de jugo maggi, tabasco al gusto y para terminar, vaciamos despacio la botella de cerveza de vuestra preferencia disfrutando como el chorro dorado se mezcla y revuelve las salsas. Dejad que suba un poquito la espuma sin que se derrame pero que se mezcle un poco con la escarcha del filo de la jarra. ¡Y ya está!
En el caso de la chelada, es la más apropiada para personas que no toleran los sabores muy fuertes.
Se escarcha el vasco solo con sal, se puede añadir uno o dos cubitos de hielo, el jugo de limón y una cerveza clara muy fría - si está bien fría, el hielo está de más - y ya tenemos una refrescante y deliciosa chelada.
¡Salud!